El Mallorca volvió a la senda de la victoria en el Iberostar Estadi gracias a un magistral lanzamiento de falta que ha significado la victoria de los bermellones frente a un Zaragoza que, pese a quedarse con diez por la expulsión de su portero, no le perdió la cara a un partido que mereció acabar en tablas.
Los baleares esperaban sellar la permanencia con una victoria y los maños seguir remando hacia la salvación tras haber goleado en la pasada jornada al Valencia. El partido empezó con un ritmo intenso y mucho juego en medio del campo, anécdota que aprovecho el Zaragoza para hacerse dueño del partido y dominar al conjunto dirigido por Laudrup, gracias al joven Ander Herrera que fue el “timón” que guió a su equipo durante la primera fase del encuentro. El conjunto local intentaba deshacerse de la presión maña, pero tan solo inquietó al Zaragoza a balón parado. El juego seguía atascado sin apenas oportunidades de gol para ambos lados. La única jugada elaborada llegó de la mano de los visitantes, gracias a una buena combinación entre Nico Bertolo y Uche, que dejaba al argentino “mano a mano” frente a Aouate que salvaba los muebles para el Mallorca. Con el resultado de (0-0) se llegó al descanso.
La segunda parte empezó con un Mallorca mucho más incisivo en ataque y ejerciendo una mayor presión a la portería defendida por Toni Doblas. El guardameta sería el protagonista del partido, después de ser expulsado justamente por unas manos fuera del área. Da Silva cometió un grave error cuando era el último defensor, dejó a Webó solo ante Doblas y éste no tuvo más remedio que cometer una mano que le costó dicha expulsión. Los baleares aprovecharon el balón parado y el poco tiempo que había tenido Leo Franco (guardameta suplente) para calentar bajo palos y convirtieron la falta en gol por mediación del canadiense De Guzmán, en el minuto 67 de partido. Después del tanto a favor y la superioridad numérica, el Mallorca no ha sabido abrir brecha en el marcador y el Zaragoza ha ido con todo a por el empate. A lo que al juego se refiere, dominio de pelota clara por parte del Zaragoza, pero de nuevo sin conseguir llegar con profundidad en los últimos metros y las pocas veces que llegó, de nuevo parecía que se tenía la pólvora mojada
Finalmente ha sido Braulio quien ha tenido el empate en el último suspiro tras una gran jugada pero la fortuna ha querido que el larguero despejara el cuero. Una jugada desgraciada ha provocado que se decantara el choque para los locales.
Carles Maldonado





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