domingo, 24 de abril de 2011

La salvacion es posible

Carles Maldonado, redacción


Partido duro, enrevesado y difícil fue el que enfrentó al Hércules contra el Deportivo de la Coruña de Miguel Ángel Lotina. El técnico vasco del conjunto gallego realizó un planteamiento ultradefensivo mientras esperó el error del Hércules para matar el partido en una contra.

Con un blindaje total con Rubén Pérez y Juan Rodríguez en el centro del campo, con Valerón por delante el Depor se encomendaba a las arrancadas de Guardado y Lassad y al poderío físico de Xisco en punta. Pero el excesivo planteamiento defensivo de los de Lotina sumado a la buena defensa del Hércules hizo imposible que los gallegos encontrasen una grieta en el muro alicantino.

El Hércules
dominó en todo momento, con un Farinós estelar en el centro del campo que dirigió a la perfección a los de Djukic. Bajo su batuta buscaron perforar la defensa del Depor con mucho toque, con aperturas a las bandas buscando la velocidad de Kiko y Drenthe, quién estuvo un tanto perdido en el partido.

Por contra el de Sanet i Negrals se postuló como héroe del encuentro y como jugador más destacado junto a Farinós. El canterano del Hércules cuajó un partido sensacional y de sus botas nacieron todas las acciones de peligro del Hércules. Volvió locos a sus marcadores, regateó, corrió y puso centros medidos a Trezeguet que no pudo en los primeros 45 minutos perforar la meta rival.

El segundo tiempo fue más de lo mismo. Dominio local frente al muro gallego. Pero Lotina no contaba con Kiko Femenia, pese a reforzar la banda izquierda del Depor con coberturas a la marca de Kiko por las cuales el canterano del Hércules cada vez que encaraba era a dos jugadores del Depor, pero ni esas pudieron con las ganas de Kiko. Así llegó el gol del partido. Kiko se internaba por la banda, realizaba una pared con Cortés y ponía un centro medido tras apurar línea de fondo, a la cabeza de Tiago Gomes para que el portugués rematase a gol.

El portugués demostró durante el partido ante el Depor ser el hombre que debe acompañar a Farinós, ya que Abel Aguilar cada día está más lejos de parecer un jugador de Primera División.

El encuentro continuó por sus fueros. Djukic movía el banquillo dando entrada a Pamarot, Sendoa y Rufete y sentaba a Juanra, Farinós y Kiko, quién se llevó una sonora ovación.

Y aún hubo tiempo para los sustos, porque con el Hércules en el campo nadie puede estar tranquilo. Calatayud cometía un error garrafal enuna salida que pudo costarle el empate al Hércules pero Cortés salvó al meta malagueño de otro de sus fallos garrafales. Mientras, Farinós actuaba de Djukic en el banquillo sermoneando a sus compañeros, sobre todo a Drenthe.

De este modo el conjunto de Djukic dio muestras de querer mantener la categoría con un cambio de actitud de los jugadores que nada tuvo que ver con la actitud de los que saltaron al césped del Ciudad de Valencia la pasada jornada.

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