Los aficionados del Espanyol se conocen la película a la perfección: empieza el partido con los jugadores todavía sin meterse en el partido. ¿Resultado? Recibir goles muy pronto e ir a contracorriente el resto de partido.
Almería, Osasuna, Levante o Málaga han sido los últimos desplazamientos del Espanyol, en los que un mal inicio de partido ha pasado factura a los jugadores de Mauricio Pochettino. Rivales teóricamente asequibles pero que, teniendo en cuenta sus posiciones bajas en la tabla, salen a morir en su estadio con tal de llevarse el partido. La afición y el equipo sueñan con Europa, pero hechos como estos, pueden dejar sin el sueño a toda la masa social blanquiazul.
Si por algo se estaba caracterizando el equipo este año, era por la solidez defensiva. Pero en los últimos ocho partidos, los periquitos han encajado 14 goles. Y lo que es peor, ocho de estos durante la primera media hora. Tendrán por tanto que mejorar este aspecto de aquí a final de temporada para poder conseguir el objetivo de clasificarse para la Europa League 2011-2012.
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