Ricardo Quaresma ya era un viejo objeto de deseo del Atlético de Madrid. Le pretendió cuando jugaba su mejor fútbol en el Oporto, intentó su cesión cuando no jugaba en el Inter de Milán y ahora vuelve a la carga cuando vuelve a ser el de siempre en el Besiktas.
El portugués fue fichado el pasado mercado de invierno por cerca de siete millones de euros tras no jugar prácticamente nada en el Inter y ha recuperado su nivel. Sin embargo, la salida de Schuster, con el que podría coincidir de nuevo en el Atlético la próxima temporada, le hace replantearse su presencia en Turquía.
En el Atlético taparía el hueco dejado por su compatriota y actual compañero de equipo, Simao. Miguel Ángel Gil ya ha trasladado el interés del club a su representante, Jorge Méndez, y el jugador estaría encantado de vestir la camiseta rojiblanca el próximo año.
Un factor que facilitaría el traspaso de Quaresma a la entidad del Manzanares seria la excelente relación que mantiene su representante, Jorge Mendes, con el consejero delegado del club colchonero.
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