Nil Baños, redacciónEl primero de los Clásicos se saldó con un empate en el Santiago Bernabéu. Mourinho buscó un partido lento y trabado, primero con el once alineado (con un tribote defensivo) y con un campo preparado para que el conjunto de Guardiola no se encontrase cómodo con su habitual circulación de balón. Los goles fueron de penalti, primero se adelantó el Barça por mediación de Messi y a pocos minutos de la conclusión empataría CR7. Curiosamente, los dos rompían así sus dos particulares guerras: el primero marcar a un conjunto entrenado por Mou y el segundo marcar al Barça.
Los primeros minutos del encuentro fueron muy trabados, con una presión intensa por parte de los dos conjuntos, los blancos esperaban en su campo para empezar, mientras Benzema tímidamente trataba de presionar a Piqué y Puyol para que la salida de balón culé no fuera muy fluida, los blaugrana, haciendo gala de su filosofía de juego, todos se vaciaban en las ayudas.
La primera gran, y clara, ocasión la tuvo Leo Messi. Corría el minuto 19 cuando el argentino recibe de Iniesta, que le coloca un pase milimetrado, y después de controlarla con la cabeza la pica, Casillas, muy atento, atajó sin problemas.
El Madrid tendría su primera clara en un remate de Benzema, que Valdés desvió a córner. En uno de los muchos que lanzaría el conjunto de Mourinho en la primera mitad, Ronaldo la enviaría por encima del larguero de la portería blaugrana. Llegando a la media hora de juego llegó la primera jugada polémica: Villa fue derribado por Casillas en el pico del área pequeña. La jugada se saldó con una amarilla a Piqué por las reiteradas protestas del central catalán.
Antes de llegar al descanso, cada equipo dispuso de ocasiones claras para abrir el marcador: primero Ronaldo, que dentro del área se duerme, mientras un gran Adriano se le cruza y desbarata la ocasión. Justo un minuto antes del descanso, Casillas se lució a tiro de Messi, después que el argentino hiciera una de sus diagonales, zafándose de hasta cuatro jugadores. Por último, Adriano sacó bajo palos un cabezazo de Cristiano, que remató el balón después de una triangulación aérea con Ramos.
La segunda mitad se inició con una falta peligrosa al borde del área barcelonista, CR7 la mandó a la cepa del poste derecho de la portería de Valdés. De la posible ventaja del Madrid, se pasó al 0-1 en el minuto 53. Messi transformó una pena máxima cometida sobre el Guaje Villa, en la cual Albiol fue expulsado con roja directa (se pierde la Final de Copa).
Restando media hora de juego, el capitán del Barça, Carles Puyol, fue sustituido por Keita. El capitán que entró de forma inesperada en el once titular de Guardiola (hacía tres meses que no jugaba partido oficial) notó molestias en los ísquios de su muslo izquierdo y pidió el cambio, algo raro en él.
El Barça pudo rematar a un Madrid con diez, pero el disparo con rosca de Xavi pegó en el larguero y se fue fuera. Adebayor, que había entrado hacía pocos minutos la tuvo delante de Valdés completamente solo, a gran pase de CR7, pero un control pésimo le permitió a Adriano llegar a tiempo y rechazar el peligro.
El colegiado decidió ser protagonista por enésima vez señalando un penalti a favor del Madrid en una jugada donde Alves barre limpiamente el balón a su compatriota Marcelo, que se tira a la piscina. Ronaldo engaño a Víctor Valdés (1-1). El luso rompía su maleficio de no marcar al Barça, mientras Messi anteriormente consiguió romper el suyo de no marcarle a un conjunto dirigido por Mourinho.
Los últimos minutos fueron de locura, en cuanto a ocasiones se refiere. Khedira, para los blancos, chutó muy centrado, Valdés sin problemas detuvo el balón. Mientras Afellay, después de tirarle un gran caño a Marcelo, dispararía demasiado alto. Ya en tiempo añadido, Villa después de hacer todo bien (pedirla y desmarcarse perfectamente en profundidad al espacio) intentó rematar, pero el resultado no fue óptimo.
Así finalizó el encuentro, el primero de los grandes Clásicos (posiblemente el más descafeinado que se espera de esta maratón de partidos) con un empate. Con este resultado el Barça mantiene su ventaja de 8 puntos, mientras los de Mourinho rompen una racha de cinco Clásicos perdidos de forma consecutiva. Este miércoles, segunda ración, esta vez, en la Final de Copa en Valencia.