Carles Maldonado, redacción
Los de Sir Alex Ferguson dan un golpe sobre la mesa y presentan su candidatura a las semifinales gracias a un solitario gol de Rooney. Sin dar un gran espectáculo, los Red Devils volvieron a jugar muy serio y aprovecharon una de sus únicas llegadas de ataque.
El partido empezó con un ritmo trepidante, siendo los ‘blues’ los que dominaran la mayor parte de la posesión del cuero. Al llegar al cuarto de hora, el partido se igualó y el Manchester consiguió desplegar mejor su juego. En el minuto 23 Giggs desequilibró a su par y centró para que rematase Rooney. En la que tuvo, el delantero no perdonó (0-1). Tras el gol, el Manchester jugó a especular con el resultado y buscar alguna contra por mediación de Valencia y los delanteros del equipo, el jóven ‘Chicharito’ y Wayne Rooney. El partido seguía en manos del Chelsea, pero los de Ancelotti no encontraban el juego fluido necesaria para llegar al área del United. A punto de llegar al descanso, llegó la mejor opción 'blue'. Pase al área de Drogba hacia el Niño que chuta, pero la pelota acaba en el poste. En el rechace tiró a placer Lampard, pero se encontró con Evra en la línea de gol.
En la segunda parte el United jugó a lo que quería. Esperó la desesperación del Chelsea, incapaz de enlazar pases en profundidad y sólo presente en el área con centros lejanos. Ancelotti tardó siglos en reaccionar en el banco, permitiendo a Ferguson la frivolidad de poner, en un partido así, al ecuatoriano Valencia de lateral derecho, ante la lesión de Rafael Da Silva. En el minuto 70 entraron en juego Malouda y Anelka por Zhirkov y Drogba. Acto seguido, el Chelsea por empuje físico, acabó metiendo al United en su área, lo que propició un claro penalti ya en tiempo de descuento de Evra a Ramires, que el colegiado español no señaló. Así se llegó al final de partido y todo queda abierto para la vuelta en Old Trafford.
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